Santiago Buitrago se metió este domingo con solo 23 años en la historia dorada del ciclismo colombiano. El bogotano volvió a mostrar en los 258 kilómetros de la centenaria Lieja – Bastoña – Lieja toda la clase que han desbordado desde hace casi medio siglo los escarabajos colombianos en el gran ciclismo europeo, confirmándose además a la cabeza del relevo generacional de Quintana, Urán, Chaves y compañía.
Y es que el podio de la decana era una de las tareas pendientes de los nuestros. La centenaria prueba que disputó su 109ª edición tuvo todos los componentes de los cinco monumentos al ciclismo: Clima extremo, miles de espectadores a lado y lado de la vía, muros de porcentajes infernales y un nivel inigualable con los mejores corredores del mundo tomando la partida en Lieja.
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El final del Tríptico de la Ardenas se antojaba en la previa como el esperado duelo Pogacar-Evenepoel. El bicampeón del Tour de Francia que había dominado con mano de hierro la Amstel Gold Race y la Flecha Valona amenazaba el doblete del ídolo local, Remco Evenpoel, que guardó todos sus cartuchos para defender el título de la decana.
Pero el ciclismo es cruel hasta con sus leyendas y una caída con poco más de 50 kilómetros recorridos vio al fenómeno esloveno sufrir una delicada fractura de escafoides que lo obligó al abandono, poniendo de paso en vilo su participación en un Tour de Francia donde es en la previa el principal aspirante a lucir de amarillo en París.
Todo quedó entonces servido para un nuevo show de Evenpoel que apoyado por su público y con un incontestable ataque en la Côte de la Redoute se fue en solitario por su segunda victoria consecutiva. Atrás en la carrera de los “mortales” brilló como nunca Buitrago, primero integrando un grupo persecutor junto al irlandés Ben Healy con quien le dio caza al británico Tom Pidcock y luego sirviendo como “motor principal” del trío ante la embestida de una decena de corredores que amenazaba con tragárselos en los kilómetros finales.
En los últimos mil metros Santiago enseñó toda su clase de corredor de grandes vueltas, sin pensar por un segundo en la mejor punta de velocidad de sus dos compañeros de escapada y en un ataque tempranero en el que mostró sobrada confianza en sus capacidades, sorprendió a la tripleta de fuga, con solo Pidcock siendo capaz de emparejar la “monumental” acción del capitalino.
El golpe sobre el manubrio y el enfado tras verse superado por el inglés sobre la línea de meta, a pesar de asegurar el podio, dejó visos de un corredor con mentalidad de campeón y hambre de gloria, esa que ha marcado a los ciclistas colombianos por generaciones.
Buitrago es sin lugar a dudas la estrella colombiana del futuro, su victoria en la etapa 17 del Giro 2022 los podios del Saudi Tour y la Vuelta a Andalucía en esta temporada son la base para pensar en grande. El tercer cajón del podio en la Lieja la inyección de ánimo inmejorable para el inicio dentro de menos de 15 días de un Giro de Italia donde será una de las fichas principales de su equipo Bahrain-Victorious.
