Nápoli, líder destacadísimo, tendrá que esperar para descorchar el 'prosecco' y conseguir matemáticamente el título en la liga italiana al solo poder empatar 1-1 en casa con la Salernitana, este domingo en la 32ª jornada.
Los 55.000 'tifosi' que llenaban el estadio Diego Maradona festejaban ya el 'Scudetto', que sería el tercero de la historia del club, después del gol de cabeza del uruguayo Mathias Olivera en un saque de esquina en el 62.
Pero el franco-senegalés Boulaye Dia (84) amargó la tarde al empatar con la zurda en la recta final, retrasando al menos unos días unos festejos que llevan semanas preparándose.
Para que Nápoli se proclamara campeón este domingo hacían falta dos supuestos. Primero, que la Lazio (2ª) no ganara en el terreno del Inter de Milán (ahora 4º), algo que se cumplió, ya que el equipo de la capital perdió 3-1 en el estadio Giuseppe Meazza.
Eso servía en bandeja de plata la posibilidad de que el Nápoli tuviera un domingo perfecto, conquistando el título en su estadio, y ante un vecino como la Salernitana, un adversario que circula por la mitad baja de la clasificación (14º).
El guion parecía perfecto, pero el tanto de Boulaye Dia lo hizo saltar por los aires.
Nápoli tiene ahora 18 puntos de ventaja sobre la Lazio, y la Juventus, actualmente tercera, puede ponerse segunda y aproximarse a 17 puntos si gana el domingo en el último turno en Bolonia.
El Nápoli será campeón en la próxima jornada si gana el jueves en Udine. Pero incluso podría serlo el miércoles, según los resultados de Lazio y Juventus.
En el partido de este domingo, el gol de cabeza Olivera en el 62 puso fin a una primera hora de dominio estéril del Nápoli ante una Salernitana defensiva que parece cerca de la salvación después de encadenar nueve partidos seguidos sin perder en liga (dos victorias, siete empates).
El gol de Dia en el 84 supuso un castigo a su falta de ambición y aplazó la fiesta.