Todavía invictos desde la llegada del entrenador Graham Potter, Chelsea se clasificó a octavos de final de la Liga de Campeones al vencer el martes por 2-1 en su visita a Salzburgo.

¡No se dan por vencidos! Sevilla venció a Copenhague y sigue peleando por los octavos

El conjunto londinense podría incluso asegurarse el primer puesto del grupo si el Dinamo de Zagreb no derrota al AC Milan este martes. Con 10 puntos, los 'Blues' no pueden ser atrapados por el conjunto austríaco, que se queda con 6 puntos.

Dinamo Zagreb y Milan tienen cuatro puntos cada uno, pero al haber perdido los italianos sus dos partidos ante Chelsea, sólo los croatas, que ganaron al conjunto inglés en la ida (1-0), pueden enviar a Chelsea al bombo de los segundos clasificados.

Fue un noveno partido consecutivo sin perder para Graham Potter -seis victorias y tres empates- desde que se pusiese al frente del banquillo de Stamford Bridge.

El sucesor de Thomas Tuchel disfrutaría sin duda de los 45 minutos más brillantes de su equipo esta temporada, en un primer tiempo en que pudo haberse ido a vestuarios con el partido resuelto.

¡El milagro debe ser para ya! Barcelona necesita de los goles de Lewandowski en Champions League

Mateo Kovacic (23) abrió el marcador para los 'Blues', pero los austríacos igualaron gracias a Junior Adamu (49), antes de que Kai Havertz (64) anotara el gol de la clasificación a falta de la sexta y última jornada, en Stamford Bridge contra el Dinamo de Zagreb el próximo miércoles 2 de noviembre.

Tanto Kovacic como Havertz se aseguraron de que no hubiese telas de araña en las porterías con sendos disparos sublimes. Pero sin una intervención salvadora del central brasileño Thiago Silva sobre la línea, después de un duelo aéreo perdido por el arquero Kepa ante el defensor Strahinja Pavlović (69), Chelsea habría podido incluso verse empatado.

¿Quieres ver los partidos del fútbol colombiano desde cualquier lugar? Suscríbete aquí a Win Sports Online

Con esta clasificación a falta de una fecha para el final, Chelsea se asegura casi un último partido sin nada en juego, lo que supone una bocanada de oxígeno para un equipo inmerso en un calendario cargado y con una plantilla afectada por las lesiones.