Manchester United (2º) rompió la racha de 21 victorias consecutivas de Manchester City (1º) este domingo al vencer 2-0 en el Etihad Stadium en el partido estelar de la 27ª jornada del campeonato inglés.
Nada más comenzar el partido (minuto 2) abrió el marcador, como es casi norma en el United, el portugués Bruno Fernandes, de penal tras una entrada de Gabriel Jesus sobre Anthony Martial.
Ya en la segunda parte, el 2-0 lo consiguió Luke Shaw al acertar con un zurdazo desde dentro del área tras tirar una pared con Marcus Rashford (50).
Los 'Red Devils' se sitúan a 11 puntos de su gran rival, que salvo catástrofe recuperará el trono de la Premier League que cedió el año pasado al Liverpool tras vencer en 2018 y 2019.
Antes Liverpool se complicó aún más su clasificación para la próxima Champions al encajar la sexta derrota consecutiva en Anfield, esta vez por 1-0 ante un Fulham (18º) que lucha por no bajar al Championship.
Si hace apenas un mes y medio (el 21 de enero), Burnley puso fin a 68 partidos invictos de Liverpool en su estadio, los 'Reds' no parecen recuperarse y este domingo encajaron su sexta derrota consecutiva desde entonces.
Fulham llegó a la pausa con ventaja, después de que el gabonés Lemina lograse con un disparo engañar a Alisson para abrir el marcador (45).
En la segunda parte, Jürgen Klopp se vio obligado a meter en la cancha a hombres que había reservado de cara a la vuelta de los octavos de la Champions (el miércoles los 'Reds' reciben al Leipzig para defender el 2-0 de la ida), como Sadio Mané, Trent Alexander-Arnold o Fabinho.
Los 'Reds' se mostraron más activos e incisivos en ataque con un par de buenas ocasiones para marcar (una volea de Diogo Jota en el 48 y un cabezazo al palo de Sané en el 70), pero el marcador ya no se movió y los visitantes se llevan tres puntos que pueden ser vitales en la pelea por no descender.
"Tuvimos muchos resultados buenos y ahora atravesamos una situación extrema, pero seguiremos luchando", declaró Jürgen Klopp tras el partido.
El técnico germano de los 'Reds' aseguró que los malos resultados no son por falta de voluntad de sus jugadores: "Es fácil decir que el Fulham ganó porque querían más la victoria. No es el problema. Los chicos quieren, pero no hemos tenido un gran momento en toda la temporada".
Tras esta nueva derrota, la carrera por Europa se complica seriamente para Liverpool, que es séptimo con 43 puntos, a dos de West Ham (6º) y a tres de Everton (5º), ambos con dos partidos menos que los 'Reds', y a cuatro de Chelsea, que el lunes recibe a Everton y que marca por ahora la 'zona Champions'.