Inter de Milán se olvidó por una noche de sus malos resultados de las últimas semanas y encarriló el pase a semifinales de la Liga de Campeones al ganar 2 a 0 en su visita al Benfica, este martes en la ida de cuartos de final.

Nicolo Barella, de cabeza en el 51, y el belga Romelu Lukaku, de penal en el 82, dejaron la eliminatoria muy de cara para los italianos.

Inter no ganaba un partido desde el pasado 5 de marzo, cuando superó 2-0 al Lecce, y está eliminatoria ante Benfica llegaba en un momento muy complicado, después de haber sumado apenas un punto en sus últimos cuatro partidos de Serie A y haber salido de la zona de clasificación a la próxima Champions.

La victoria en el Estadio da Luz supone un respiro a su cuestionado entrenador, Simone Inzaghi, a la espera de poder terminar de cumplir la misión el miércoles de la próxima semana, en el partido de vuelta en Milán.

Benfica, que juega los cuartos de final por segunda temporada consecutiva, necesitará ahora una remontada en Italia si quiere regresar a una semifinal del máximo torneo europeo, algo que no consigue desde 1990.

Es el segundo revés en su estadio para el líder de la liga portuguesa en apenas cuatro días, ya que el pasado viernes fue derrotado en el mismo escenario por 2-1 por el Oporto, que aprovechó así para reducir a siete puntos su desventaja respecto a su gran rival.

Rafa Silva estuvo cerca de abrir el marcador para Benfica en el 15, pero una gran intervención del arquero visitante, el camerunés André Onana, lo evitó.

El bosnio Edin Dzeko estuvo a punto de cabecear en boca de gol en el 39 un centro de Nicolo Barella.

En el 66 fue el arquero griego Odisseas Vlachodimos el que evitó el segundo del Inter, en un contragolpe que terminó con un disparo del armenio Henrikh Mkhitaryan.

Una revisión en el VAR asestó el segundo zarpazo del Inter: el árbitro sancionó con penal una mano en el área de Joao Mario y Lukaku, que había empezado como suplente y que entró en juego a la hora de partido, marcó en el 82 a pesar de que Vlachodimos adivinó su lado de lanzamiento.

El estadio Giuseppe Meazza dictará sentencia en ocho días en este duelo entre históricos del fútbol europeo, que llegaron a jugar en su día una final de este torneo, la de 1965, en la que el Inter que entrenaba Helenio Herrera superó 1-0 al Benfica de Eusebio.