Comandada por su líder y talismán Gareth Bale, Gales acabará con 64 años de espera para jugar un Mundial en su debut del lunes ante Estados Unidos, en un duelo entre dos generaciones que se encuentran en momentos opuestos.

Si para los líderes de la mejor selección galesa Catar-2022 puede ser su primer y único Mundial, Estados Unidos presentará en sociedad a la hornada de jugadores más ilusionante de su historia.

El duelo arrancará en el estadio Ahmad Bin Ali con capacidad para 40.000 espectadores, donde pueden estar en juego una parte importante de las aspiraciones de ambos equipos en el complicado Grupo B.

Con menos presión de sus aficionados, Gales quiere disfrutar del momento cumbre de una época dorada, en la que esta nación de tres millones de personas clasificó para las dos últimas Eurocopas y alcanzó las semifinales en la de 2016. 

Veteranos como Aaron Ramsey o Joe Allen siguen siendo puntales de los 'Dragones' pero el emblema indiscutible es Gareth Bale, siempre disponible para su selección incluso en sus grandes etapas de inactividad como la actual. 

Del lado norteamericano, el debut del lunes será el primer gran examen a la que esperan que sea su "generación dorada", la que debe consolidar el actual auge del fútbol en el país de cara al Mundial que coorganizarán en 2026 con México y Canadá.

Nunca antes había tenido el 'Team USA' una colección de figuras que militen a edad temprana en grandes clubes europeos, como Weston McKennie (Juventus), Gio Reyna (Borussia Dortmund) o Sergiño Dest (AC Milan), todos ellos entre 20 y 24 años.

La joya del grupo es el delantero Christian Pulisic, quien vivió el fracaso de la clasificación fallida a Rusia-2018 y tiene claro que Catar-2022 debe ser un punto de inflexión para el despegue del fútbol en el país norteamericano.

"Es lo que hemos venido a hacer. Puede que no sea el deporte más popular en Estados Unidos, pero queremos cambiar la manera en la que el mundo ve al fútbol estadounidense. Es uno de nuestros objetivos", recalcó Pulisic que, en el ámbito personal, también quiere reivindicarse de la poca confianza que recibe en el Chelsea.

El seleccionador Gregg Berhalter tendrá a su disposición a todo el plantel con las únicas incógnitas de si alineará de inicio a McKennie, que no juega desde octubre por una lesión en el cuádriceps, y los acompañantes en el ataque de Pulisic.