Alrededor de cinco millones de personas tomaron las calles de Buenos Aires para celebrar el campeonato mundial con la selección.
Así lo vivieron los jugadores, que finalmente tuvieron que ser evacuados en helicóptero, puesto que el bus que los llevaba no pudo continuar su camino.
Los jugadores vivieron una verdadera fiesta con los cánticos, saludos a los hinchas y el compartir la gloria de tener la tercera estrella en su escudo.
Sin duda una gran celebración para el pueblo argentino que tuvo día feriado para ver a sus jugadores y ser testigos de esta gran fiesta que tardó 36 años en realizarse.