Querétaro, de la primera división del fútbol mexicano, deberá jugar un año sin público como local y sus dueños tendrán que vender la franquicia, como castigo por los hechos de  violencia ocurridos en su estadio el sábado en el partido frente al Atlas.

La asamblea de dueños de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) anunció las sanciones este martes, horas después de que la Fiscalía reportara la captura de diez hombres presuntamente involucrados en la batalla campal que dejó 26 heridos y obligó a suspender el partido, en el segundo tiempo, contra el actual campeón. 

"Sanción de un año a puerta cerrada para todos los partidos que juegue como local, independientemente de la sede en que los lleve a cabo", anunció en rueda de prensa Yon de Luisa, presidente de la FMF.

Además, la actual directiva del club fue inhabilitada por cinco años, mientras los propietarios deberán vender la franquicia en un año.

La FMF también multó los 'Gallos Blancos' con 1,5 millones de pesos (unos 70.200 dólares) y prohibió que sus barras organizadas acudan a los estadios por tres años como locales y un año como visitantes.

El equipo podrá jugar en otro estado del país, pero si decide hacerlo en casa deberá montar un cerco de seguridad de 3 kilómetros a la redonda.

Las barras de Atlas, en tanto, también fueron castigadas con la prohibición de asistir al estadio como visitantes durante seis meses. Los directivos otorgaron al vigente campeón los tres puntos del encuentro que ganaba 1-0 cuando se desató la gresca. Se le adjudicó un marcador de 3-0.