Muy lejos de su nivel habitual desde el inicio de la temporada, el delantero y capitán de la selección inglesa Harry Kane reconoció este jueves que sufrió un pequeño bajón después de la derrota en casa en la final de la Eurocopa el pasado julio. Los 'Three Lions' perdieron en los penales ante Italia (1-1, 3-2 en penales) en su estadio de Wembley.
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Autor pese a todo de siete goles y dos asistencias en 16 partidos con el Tottenham esta temporada entre todas las competiciones, Kane está lejos de sus guarismos de la pasada temporada, con 33 goles y 17 pases de gol en 49 partidos.
"Siempre es complicado luego de un gran torneo. Durante los dos últimos llegado a semifinales (Mundial Rusia-2018) y a la final y eso supone una gran carga para uno mismo", explicó ante los periodistas la víspera del partido clasificatorio al Mundial-2022 ante Albania, el viernes en Wembley.
"Perder una final europea para tu país en Wembley es algo que llevaré conmigo probablemente para el resto de mi carrera. Uno no se recupera nunca totalmente de algo así, a menos de regresar y ganar un gran torneo", añadió.
Kane lamentó el poco tiempo que transcurrió hasta el inicio de la Premier League, lo que en su opinión agravó su dolor. "No es sólo físico, es también mental. Antes de que te des cuenta uno se ve jugando de nuevo en la Premier League sin haber tenido el tiempo de digerirlo y de extraer las lecciones de lo que pasó".
El delantero aseguró que su traspaso fallido al Manchester City, frustrado por la inflexibilidad mostrada por el Tottenham en las negociaciones, no le afectó por mucho tiempo. "Hubo muchas especulaciones este verano. Pero eso forma parte de la maleta de un futbolista profesional, tener que gestionar ese tipo de cosas, y creo haberlo hecho bastante bien", explicó.
