La Liga Italiana de Fútbol, bajo presión gubernamental, decidió este sábado reducir a 5.000 espectadores la capacidad máxima en los estadios de la Serie A para las jornadas 22 y 23, en momentos de repunte de la pandemia del covid-19.

Esta decisión, anunciada previamente por varios medios italianos y confirmada por la Lega a la AFP, fue adoptada durante una asamblea general de la instancia organizadora del campeonato italiano convocada con urgencia al día siguiente de que el presidente del consejo italiano Mario Draghi instase a tomar medidas para combatir el repunte de contagios al covid-19, sobre todo de la variante ómicron, en el país.

Los partidos programados este domingo, entre ellos Roma-Juventus e Inter-Lazio (de la 21ª jornada), ya se jugarán con aforo reducido, pero del 50% de la capacidad del estadio, así como el encuentro de la Supercopa entre Inter y Juve previsto para el miércoles próximo en San Siro.

Al contrario que en Alemania u Holanda, donde se ha impuesto el jugar a puerta cerrada, Italia se decanta por una reducción del aforo, como Francia.

Con esta decisión, la Serie A evita el riesgo a que la decisión fuese tomada directamente por el gobierno, que podría haber decidido imponer el cierre al público de los recintos deportivos.

La medida estará vigente hasta el 23 de enero y su posible prolongación se decidirá en función de la evolución de la pandemia, que en Italia, uno de los países europeos más afectados por el coronavirus, ha provocado ya 138.000 muertes.