Tottenham no dejó pasar la ocasión de quitar al Arsenal la cuarta plaza, clasificatoria para la próxima Liga de Campeones, al derrotar este domingo, no sin apuros, al Burnley (1-0), en la 37ª jornada de la Premier League.

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Tras haber derrotado con facilidad a los Gunners (3-0) durante la semana, los Spurs les adelantan, con 68 puntos contra 66, y una diferencia de goles netamente mejor (+24 frente a +11).

Los Spurs se colocan también a dos puntos del Chelsea, tercero, pero los Blues, derrotados el sábado en la final de la Copa de Inglaterra en los penales por el Liverpool, tienen dos partidos menos, a jugar en casa, contra Leicester y Watford.

Ganar en Newcastle, el lunes, será absolutamente imperativo para Arsenal, antes de la última jornada, dentro de una semana, donde recibirán al Everton, mientras que Tottenham irá a Norwich, último y ya descendido.

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Con esta derrota, Burnley sigue 17º, como primer equipo fuera de la zona de descenso, con 34 puntos, estando solo delante de Leeds (18º), que recibe al Brighton este domingo, por una mejor diferencia de goles.

Burnley puede partir decepcionado de Londres, debido a que el gol vino originado por una mano en el área, que solo el VAR vio. El incidente, en el tiempo adicional del primer período, permitió a Harry Kane poner a los suyos por delante, tras 45 minutos, después de haber cercado al rival sin suerte.

Burnley se acordará también, tal vez durante mucho tiempo, de un remate desde 20 metros de Ashley Barnes que se estrelló en un de los postes del Tottenham, cuando el portero Hugo Lloris estaba batido (62). Pero Tottenham habría podido también lograr una victoria más amplia sin dos grandes paradas de Nick Pope ante el surcoreano Son Heung-min (66, 81).

Menos convincentes que el jueves contra Arsenal, los hombres de Antonio Conte lograron lo importante, que eran los tres puntos, y meten presión a los Gunners, el equipo más joven de la Premier League, que deberá mostrar madurez.