Pero este equipo, sin contar con grandes estrellas apeló al amor propio, al esfuerzo de ser mejores seres humanos día a día; y desde luego manteniendo la alegría y esa identidad del “Jogo Bonito”, el cual ha identificado al fútbol brasilero a lo largo de la historia.
Pero el lunes 28 de noviembre de 2016 , esa alegría y ese entusiasmo por disputar su primera final continental, se vio frustrada por esos impases y hechos imprevistos que hacen parte del destino, el cual no tiene ningún tipo de complacencia y condicionamientos para definir quien sigue viviendo y quién no.
En el momento que ocurrió esta tragedia aérea, ahí mismo se modificó el panorama del contexto. El cual era deportivo, pero a partir de ese instante se convirtió en un asunto de carácter vital y de hermandad entre los diversos seres humanos y las diferentes naciones. Y en medio de ese escenario totalmente adverso e inclemente, Atlético Nacional, la Gobernación de Antioquía, la Alcaldía de Medellín y todos los entes humanitarios y de prevención nacional, le brindaron incondicionalmente su extenso y sincero apoyo.
Este modesto equipo de Brasil, pero hoy admirado y respetado por todo el mundo; tiene su origen en la ciudad de Chapecó correspondiente al estado de Santa Catarina. Oficialmente su fundación se remonta al 10 de mayo de 1973. Pero tan solo 4 años más tarde, en 1977 se produjo su primer título en el campeonato Catarinense, derrotando en la final a Avai. En esta competición, Chapecoense acumula un total de 5 títulos. En el año 2013, logró volver a la máxima categoría del fútbol brasilero luego de 35 años.
Y en cuanto a participaciones internacionales, el “Huracán del Oeste”, registró dos participaciones en la Copa Sudamericana. En 2015, donde alcanzó la ronda de cuartos de final, perdiendo ante River Plate. Y en la edición siguiente, donde se disponía a jugar esa tan anhelada final, pero por temas inexplicables del destino y de la vida esto no pudo ser así.
Más allá de una representación honesta y genuina, por parte de los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos con relación al aspecto futbolístico, se van de este mundo ilusiones, sueños y sentimientos de personas. Como no citar, el mejor ejemplo de amor y esperanza; como lo es el nacimiento de un hijo. Y eso fue lo que le ocurrió a Tiago Da Rocha, más conocido como “Tiaguinho”, quien a pocos días del viaje de Medellín, en la concentración del equipo se enteró de la noticia más grande que puede tener un ser humano. Y otra de las historias impactantes de esta tragedia, fue la que involucró a Matheus Saroli, hijo del entrenador de Chapecoense, Caio Junior. Saroli, quien venía acompañando a su padre y a todo el equipo a lo largo de su trasegar por esta Copa Sudamericana; y su gran deseo era de viajar a Medellín. Pero al momento de llegar al aeropuerto, olvidó el pasaporte en su casa, lo que le impidió abordar esta aeronave, la cual horas más tarde tuvo ese fatídico final.
De la plantilla de jugadores profesionales de 22, solo 3 pudieron preservar la vida. Hacemos referencia a Neto, Alan Ruschel y Jackson Follmann. Y en suelo brasilero, se quedaron un total de 17 jugadores, dentro de los cuales encontramos a un argentino. El club Atlético Nacional, el cual sería su rival en la gran final, le solicitó formalmente a la Conmebol que le otorgarán el título de la Copa Sudamericana a Chapecoense. Pero el vicepresidente del club brasilero, Iván Tozzo, que en medio de la tristeza y el llanto infinito declaró que el deseo de los jugadores de Chapecoense es poder disputar en el mes de febrero de 2017 esta final. O la otra posibilidad que ha contemplado este club, es que el campeonato de esta competencia sea compartido junto al Atlético Nacional.
Si bien es prácticamente imposible recuperarse moralmente y emocionalmente de la perdida de estos seres humanos, el camino que indica el trasegar de la vida misma es la reconstrucción del equipo, el cual debe seguir compitiendo en los diferentes torneos, tanto estaduales, nacionales e internacionales. Recordemos qué en la historia del fútbol, han sido 9 las tragedias donde se ha visto inmiscuida una delegación deportiva. Pero los hechos más destacados donde podemos ver la entereza y el amor propio para mantener la grandeza y la jerarquía son: Manchester United quien sufrió este siniestro en 1958 y Alianza Lima en el año de 1987.
Cualquier tipo de palabras no van a ser suficientes para mediar este enorme dolor que llevan en el alma todos los familiares de estas víctimas, pero si es importante destacar todos los hechos de solidaridad en todas las partes del mundo, y en especial los realizados en Colombia por parte del Club Atlético Nacional, de la Gobernación de Antioquia, de la Alcaldía de Medellín y también por todos los clubes del fútbol colombiano y por la sociedad civil, la cual se encontró totalmente consternada.
Simplemente puedo decir, ¡¡Dale Chape, Dale Chape!!
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