En una noche aciaga para Luka Doncic, los Golden State Warriors se impusieron el miércoles a los Dallas Mavericks por un rotundo 112-87, dando un primer golpe de autoridad en las finales de la Conferencia Oeste de la NBA.
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Curry, con 21 puntos y unos inusuales 12 rebotes, y Andrew Wiggins, con otros 19 puntos y un excelente marcaje a Doncic, lideraron el triunfo frente a unos Mavericks que venían de machacar a los favoritos Phoenix Suns en el último juego de las semifinales de conferencia.
Con menos días de descanso que su rival, los Mavericks se mostraron mucho más imprecisos en ataque que en su estratosférica victoria del domingo ante los Suns, a los que llegaron a dominar por 46 puntos con una exhibición de Doncic. Este miércoles, el esloveno fue otra vez el máximo anotador de los tejanos con 20 puntos y 7 rebotes, pero solo anotó 6 de 18 tiros de campo y perdió 7 balones.
"Hicieron un gran trabajo conmigo, sobre todo en la segunda parte, pero yo tengo que ser mejor. Como líder tengo que ser mejor para todo el grupo, es mi responsabilidad", declaró Doncic.
Ante sus aficionados del Chase Center de San Francisco, los Warriors saltaron a la cancha advertidos del riesgo de subestimar a los sorprendentes Mavericks, un equipo que se ha colado entre los cuatro mejores sin grandes figuras más allá de Doncic.
"Salimos con un espíritu competitivo, concentrados, poniéndoselo difícil", subrayó Curry. "Vamos a necesitar el mismo esfuerzo tres veces más para batir a este equipo. Son un equipo muy bueno. Tenemos mucho trabajo por delante".
Duro marcaje a Doncic
La intensidad defensiva de los locales impidió que Doncic, quien canaliza todo el juego de Dallas, se sintiera cómodo en ningún momento. El esloveno sumaba 8 de los primeros 13 puntos de su equipo cuando, sin que hubieran pasado ni cinco minutos de partido, se llevó un arañazo de Wiggins que le dejó media cara marcada.
"Está bien, me hace parecer más duro", dijo el esloveno sobre la herida.
"Tenemos que jugar mejor y más duro, como en la serie con Phoenix", dijo el esloveno, recordando que fueron capaces de remontar una desventaja de 0-2 ante el mejor equipo de la fase regular.
"Es importante hacerle trabajar" a Doncic, subrayó el técnico de Warriors, Steve Kerr. "Es tan bueno. Con cada gran jugador lo que tratas es de limitar el daño que hace".
Errática noche en el tiro
Los Mavericks le facilitaron la tarea a Golden State con una errática noche desde la larga distancia. Si el domingo bombardearon a los Suns con 19 triples de 39 intentos (48,7%), el miércoles apenas lograron 11 de 48 (22,9%), con numerosos errores en tiros abiertos.
Los Warriors tomaron una ventaja de dos dígitos en el primer cuarto y la mantuvieron hasta el descanso sin necesidad de un gran esfuerzo de su veterano trío de líderes, que forman Curry, Klay Thompson (15 puntos) y Draymond Green (10).
Sus jóvenes acompañantes, especialmente Wiggins y Jordan Poole (19 puntos), fueron suficientes para sostener el ritmo ofensivo de los locales. Los Mavericks tampoco supieron reaccionar a la vuelta del vestuario y acabaron recibiendo el esperado acelerón por parte de Curry, que con dos tempranos triples puso la directa hacia una ventaja de más de 20 puntos.
Con la marca de Wiggins en la cara y molestias en el hombro derecho, Doncic vivió una amarga noche terminando por primera vez en playoffs con más pérdidas (7) que tiros de campo anotados (6).
"Ellos hicieron su parte. Nosotros fallamos muchos tiros y ahora tenemos que recuperarnos", dijo el técnico de Dallas, Jason Kidd. "Nada es fácil a estas alturas de temporada".
A cinco minutos del final, Kidd retiró a Doncic y al resto de titulares ante el júbilo del Chase Center, ansioso de revivir los éxitos logrados por su equipo la pasada década. Con Curry, Thompson y Green, los Warriors disputaron cinco Finales consecutivas entre 2015 y 2019, conquistando tres títulos, pero pocos les esperaban de nuevo en la pelea por el título después de dos años de ausencia de la postemporada.
El segundo partido de la serie se disputará el viernes de nuevo en el Chase Center. En el Este, los Miami Heat también arrancaron con un triunfo como locales el martes ante los Boston Celtics.
