El 28 de agosto de 2004 Argentina subió al Olimpo de Atenas. Fue la jornada deportiva más gloriosa del país sudamericano, en la que atesoró por primera vez las anheladas medallas de oro en fútbol y en básquet bajo el mando de un atleta genial, Emanuel Ginóbili, un intruso en la NBA.
Esta hazaña deportiva difícil de igualar ante la supremacía histórica de Estados Unidos en el baloncesto, fue uno de los grandes hitos que acompañaron el ingreso de 'Manu' Ginóbili al exclusivo Salón de la Fama de la NBA.
"Por supuesto que ganar una medalla de oro con tus amigos y representar a tu país es algo que no tiene comparación, porque es algo que se supone que no deberías vivir en Argentina. Quizás si sos LeBron James o uno de los grandes en Estados Unidos podés esperar que eso pase. Si sos de Argentina no te pasa eso, y el haber tenido la oportunidad de conseguir una medalla de oro no se puede comparar con nada", dijo Manu Ginóbili.
Al ingresar oficialmente al Salón de la Fama de la NBA este sábado destacó una vez más la "fantástica carrera" que tuvo con su selección. "Aprecio cómo estuvimos tanto tiempo juntos, los títulos, las charlas, los desayunos. Eso es más que amistad, eso es hermandad", comentó.
Fue el líder de una Generación Dorada que le quitó el protagonismo casi exclusivo al Dream Team norteamericano en un juego olímpico.
Esa proeza solo lo había logrado la ex Unión Soviética en dos ocasiones (Munich 1972 y Seúl 1988) y la ex Yugoslavia en 1980, aunque en este caso Estados Unidos declaró un boicot y no participó en los Juegos de Moscú.
Ya dos años antes, San Antonio le había puesto el ojo a ese muchacho algo desgarbado y talentoso que se mezclaba sin inhibiciones con las grandes figuras de la NBA.
En la NBA
Sin dar pasos en falso, se adaptó rápidamente al conjunto texano, donde siguió hasta 2018 durante 14 temporadas formando un tridente que hizo historia en la NBA junto al francés Tomy Parker y el estadounidense Tim Duncan.
El 'Big Three' de San Antonio Spurs logró cuatro anillos de campeón de la NBA (2003, 2005, 2007 y 2014), bajo la batuta del experimentado entrenador Gregg Popovich.
"Fue uno de los mejores jugadores que vi en mi vida", lanzó años atrás el laureado técnico sobre Ginóbili.
Su amigo Tim, también retirado, le dio la bienvenida a 'Manu' este sábado al ser oficializado en el exclusivo Salón de la Fama, una distinción que solo tres basquetbolistas latinoamericanos antes (los brasileños Oscar Schmidt, Maciel Periera, Hortencia Marcari)
El argentino, de 45 años, fue designado en la primera de cambio, cuatro años después de haberse retirado en 2018, el período mínimo que exige el premio para comenzar a ser nominado al Salón de la Fama.
"Aunque uno nunca se entrena o compite en búsqueda de premios individuales, y los más bonitos y significativos son siempre grupales, que te reconozcan de esta manera cuatro años después del retiro es un increíble halago", reconoció Ginóbili en una rueda de prensa en San Antonio.
El adiós y el legado
Al enterarse de su nombramiento, 'Manu' se tomó su tiempo para agradecer en las redes sociales a cada uno de los que lo acompañaron desde sus inicios en los años 90 en su ciudad natal Bahía Blanca (sur), en su paso por la pequeña provincia de La Rioja (noroeste) y el regreso al sitio donde creció, antes de marcharse de Argentina a Europa, donde la NBA le puso el ojo.
"Otra de las cosas que nunca soñás cuando empezás a picar la pelotita naranja! Gracias a todos los que me acompañaron en este camino!", dijo en abril pasado el ahora integrante del cuerpo técnico de los Spurs.
El 28 de marzo de 2019, un año después de su retiro, fue homenajeado en el encuentro que los Spurs jugaron ante Cleveland, donde se retiró la casaca número 20 que vistió durante su inigualable carrera en San Antonio.
Semejante palmarés lo puso al nivel de dos inalcanzables como Diego Maradona y Juan Manuel Fangio como uno de los tres mejores deportistas argentinos de la historia.