La cuarta etapa del Tour de Francia, el martes con salida en Dax (región de Nueva Aquitania), concluirá por primera vez en su historia en el circuito automovilístico de Nogaro, donde los velocistas parten como favoritos después de 181,8 kilómetros de recorrido.
"Es de nuevo una etapa para los velocistas, con la particularidad, y eso ocurre pocas veces, de finalizar en un autódromo. Para los corredores será una pérdida de referencias porque no hay nada alrededor de la pista", explica a la AFP Thierry Gouvenou, director técnico de la Grande Boucle.
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"Se hacen cerca de dos kilómetros y medio sobre el autódromo. Y no va a resultar tan sencillo. Hay grandes curvas antes de llegar a la recta final de 800 metros en ligera subida", añade.
Luego de la salida en Dax, ciudad-etapa por séptima ocasión, el pelotón afrontará los relieves del Gers. Pero con una sola ascensión catalogada, Dému (2 km al 3,5%), de cuarta categoría, nada que haga peligrar las opciones de los esprínteres.
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Los corredores pasarán por Narrosse, delante de la estatua erigida en honor de André Darrigade, ganador de 22 etapas del Tour de Francia y que en principio estará presente en la salida en Dax, a sus 94 años.
Inaugurado en 1960, el circuito de Nogaro albergó dos Grandes Premios de Francia de motociclismo en los años 1980.
