Hay una carrera en las clásicas de primavera que evoca el ciclismo más difícil: la clásica París-Roubaix. Un nombre que lleva a imágenes de carreteras empedradas, entre los campos y las minas de carbón del norte de Francia, de grandes baches con barro y de llegar a un velódromo muy cerca de la frontera de Bélgica. Desde los tiempos de la Primera Guerra Mundial, el monumento al ciclismo de un día ha sido una de las carreras más duras de la historia.
Hace más de 100 años el recorrido de la carrera había sido víctima del bombardeo permanente y las trincheras de las batallas de la Gran Guerra. Esta situación le dio el sobrenombre de “infierno del norte”, que en la actualidad remite a su combinación característica de adoquines y rutas rurales que solo se repiten en algunas etapas del Tour de Francia.
Para hacer más fácil esta carrera, Specialized, la marca que ha ganado los últimos 4 campeonatos del mundo de la UCI, desarrolló laRoubaix, una bicicleta tan exitosa que la ha ganado siete veces en los últimos 15 años.
Desde la salida en Compiegne hasta el mítico velódromo de Roubaix hay 256 kilómetros, de los cuales 96 son entre tramos de adoquines. Para reducir el impacto de las piedras en el ciclista, toda la equipación se basa en la idea de que “más suave es más rápido”, es decir, que se necesita absorber los golpes de las rutas con una bicicleta y unos accesorios que amortigüen las irregularidades del camino.
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Para esto, Specialized adoptó la tecnología ya existente para las competencias de gravel, la cual se ha incorporado a un marco en fibra de carbono que sigue siendo ligero, pero absorbe mejor los impactos y es más aerodinámico que un marco Tarmac de ruta. Una suspensión Future Shock frontal, incorporada dentro de la caña delantera con un viaje de 25 milímetros, y un poste trasero de sillín flexible, disminuyen el golpeteo en los adoquines. La suspensión frontal se puede ajustar desde el tenedor con un torniquete en la parte superior, que permite pasar de amortiguación total a dureza para los tramos en pavimento.
Además, las llantas más anchas de 33 milímetros son muy importantes para que corredores como el triple campeón del mundo Peter Sagan, que busca su segunda victoria con el equipo TotalEnergies tras haber vencido en 2018, o Yves Lampaert y Tim Merlier en el Soudal-Quick Step, busquen una nueva victoria para Specialized.
Un domingo en el "Infierno" de París Roubaix
Estos equipos tratarán de romper el dominio de las clásicas de primavera que han tenido Tadej Pogacar, Mathieu van der Poel y Wout van Aert, para renovar las victorias que el Quick Step obtuvo con Tom Boonen, Niki Terpstra y Philippe Gilbert en los 2010.
Los equipos TotalEnergies, Soudal-Quick Step y Bora-Hansgrohe correrán con esta bicicleta y el equipamiento S-Works de Specialized en cascos, zapatillas y accesorios. Toda esta gama de servicios para los ciclistas está disponible en las tiendas a nivel nacional y el e-commerce www.specialized.com.
*Contenido patrocinado.
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