La Vuelta a Colombia 2023 dio su último pedalazo este domingo cumpliendo a cabalidad con el propósito para el que se creó hace ya 73 años: “Unir a las regiones y al pueblo colombiano alrededor del deporte de la bicicleta” de acuerdo a palabras impresas en el editorial del diario EL TIEMPO ese inolvidable 5 de enero de 1951.

Y es que en este año los lejanos y disímiles departamentos de Casanare y Antioquia se unieron a través de una aventura única en nuestro continente, una que ya va rumbo al siglo de vida, llevando paz, alegría y deporte a todos los rincones del país. Fueron diez días de emociones a millón, desde los llanos y calores del trópico hasta las cumbres y fríos paramos que componen la geografía de un país bendecido con todos los climas posibles.

En lo deportivo, quienes la vimos y la comentamos en la pantalla de Win Sports fuimos testigos de primer mano de un hito histórico en la ronda nacional, el dominio absoluto de Miguel Ángel “Supermán” López, que se impuso en nueve de las diez jornadas, portando la camiseta desde el primer día en Yopal hasta el último en La Ceja. Una verdadera exhibición de la clase y categoría del “superhombre” de Pesca que una vez más dejó impronta de la infinita clase que lo puso hasta hace muy pocos años en el podio del Giro de Italia y la Vuelta a España.

Una muestra además del hambre de gloria y de la competitividad extrema de uno de los máximos exponentes de la generación dorada del ciclismo colombiano, encargado además de mantener la seguidilla de títulos y podios iniciada por Rigoberto Urán, Nairo Quintana y Esteban Chaves en los albores de la segunda década del siglo XXI.

Miguel Ángel López, un pedalista con letras doradas

Dueño de un duro carácter que en ocasiones le ha jugado malas pasadas. Miguel Ángel mostró en esta Vuelta a Colombia la madurez y el aplomo de quien debe regresar lo más pronto posible a las más grandes carreras del calendario ciclístico mundial. No obstante, el privilegio de tenerlo en el pelotón nacional es más que un tesoro en lo publicitario, sobre todo para un deporte que vive y depende exclusivamente de este último ítem.

Quizá la única mancha de la Vuelta fue la que desde hace ya varios años la agobia. La “mala leche” de los nuevos “expertos” del ciclismo colombiano y mundial. Las mismas voces que hace unos años se rasgaban las vestiduras porque en la Vuelta a Colombia no competían Egan, Nairo, Rigo, Esteban y compañía, desobedeciendo toda lógica y razón, pasaron a criticar la presencia y el dominio de “Supermán” López, aprovechando de paso para trasbocar su odio en los ciclistas veteranos y novatos del pelotón nacional por no tener el “nivel” del boyacense. Cabezas duras a las que solo como ejemplo y para no dedicarles más espacio inmerecido, invito a que le trasladen este mismo postulado a argentinos y brasileros, sobre el porqué la totalidad de futbolistas de sus ligas nacionales no son tan buenos como Messi y Neymar.

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Con un “supercampeón” en la Vuelta a Colombia se cerró la primera mitad de la temporada nacional y entramos en la recta final para el inicio de la más grande carrera del mundo, su majestad, el Tour de Francia, para el que este lunes se confirmó la Grande Armée de cinco escarabajos que estarán tomando la partida el próximo sábado 1 de julio en Bilbao (País Vasco).

El quinteto está encabezado por Egan Bernal, el “Joven Maravilla” que retorna a la carrera que en 2019 lo vio convertirse en leyenda del ciclismo colombiano y mundial, resucitado además del grave accidente de tránsito que en el inicio del 2022 por poco le cuesta la vida. Bernal estará acompañado además por Daniel Martínez, otro de los astros colombiano del Team INEOS que apunta a reeditar su fenomenal actuación del 2020 cuando ganó una de las jornadas reinas en la cima del Puy Mary.

Por su parte, Esteban Chaves y Rigoberto Urán formarán en un EF Procycling muy latinoamericano que tendrá como jefe de filas al ecuatoriano Richard Carapaz. Tanto el campeón nacional de ruta como el genial “Rigo” son corredores de sobrada experiencia y en capacidad de asumir los más grandes objetivos en las tres grandes carreras del calendario mundial, ya sean colectivos en apoyo de Carapaz o individuales en un Tour marcado por la montaña.

De último, pero no menos importante, estará en las filas del Astaná el huilense Harold Tejada. Apoyo de lujo para los intereses del escuadrón kazajo que ganó su puesto a base de trabajo y sacrificio, condiciones exhibidas en la Vuelta a Colombia de 2018 para recalcar la importancia de nuestra carrera. Tejada será carta fundamental para sus jefes de escuadra en las etapas de alta y media montaña, mayoría abrumadora en un Tour con solo 22 kilómetros de CRI. Todo servido para una nueva cita del ciclismo colombiano con la legendaria carrera del maillot amarillo.

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