Steven Gardiner batió el récord de Bahamas con 43.48 segundos al cabo de una recta imperial que le entregó el título en la final de 400 metros de los Mundiales, y la medalla de plata al colombiano Anthony Zambrano, que hizo historia con su nuevo récord sudamericano (44.15).
- Caterine Ibargüen: Saldré a luchar y dar lo mejor en la final
El estadounidense Fred Kerley, que contaba entre los favoritos para hacerse con el triunfo, terminó tercero con 44.17 en una carrera con los seis primeros por debajo de los 45 segundos.
En ausencia del campeón anterior, el sudafricano Wayde Van Niekerk, la eliminación del favorito y líder mundial del año, el estadounidense Michael Norman, en semifinales había dejado la prueba todavía más abierta.
En tales condiciones subía la cotización de Gardiner, subcampeón en Londres 2017, que llegaba invicto este año y con la tercera mejor marca (44.13), e incluso del granadense Kirani James, que padeció la enfermedad de Graves-Basedow pero parecía recuperado, a juzgar por sus 44.47 de Andújar, el 6 de septiembre.
El campeón estadounidense, Fred Kerley, venía de hacer marca personal con 43.64. Dos años antes había sido séptimo en Londres. Pero la carrera, y especialmente desde la salida de la curva, estableció una jerarquía inequívoca: Gardiner estaba en otro nivel. Nadie pudo disputarle el triunfo.
Por detrás, sin embargo, la batalla por la medalla de plata fue encarnizada y el Zambrano volvió a hacer historia, batiendo por dos centésimas a Kerley, mientras Kirani James llegaba quinto con 44.54, por detrás del jamaicano Demish Gaye (44.46).