Incluso limitado por una lesión en la pierna, el serbio Novak Djokovic consiguió "sobrevivir" el sábado a las molestias físicas para deshacerse el búlgaro Grigor Dimitrov (7-6 [9/7], 6-3, 6-4) y avanzar a octavos del Abierto de Australia.

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Los errores de su amigo balcánico y asegurar sus golpes le bastaron al número cinco del mundo para llevarse el partido en el que necesitó atención médica en varias ocasiones y renunció a varias carreras para evitar un daño mayor.

"He conseguido sobrevivir y salir adelante de alguna forma. Me lo tomaré partido a partido. No sé qué me espera, pero tengo esperanza y fe", dijo en rueda de prensa el serbio de 35 años, que sufrió una lesión en el torneo preparatorio de Adelaida.

Según explicó, el dolor en la pierna es "una montaña rusa". "En los últimos partidos empiezo bien y luego ocurre un movimiento que lo empeora. Sí, pastillas, crema caliente, etc. Eso funciona un rato y luego ya no", explicó.

"Pero es lo que es. Son circunstancias que debes aceptar. De hecho, estoy muy agradecido de poder jugar. Tal y como pintaba antes de empezar el torneo, pensé que no sería posible", agregó.

Talentoso pero irregular, el búlgaro Dimitrov (N. 28) solo había ganado uno de los diez partidos disputados contra Djokovic, pero suponía el rival de mayor entidad que enfrentaba en Melbourne un serbio a medio gas por su lesión.

Conocedor de sus limitaciones, Djokovic saltó al estadio Rod Laver Arena del Melbourne Park dispuesto a solventar rápido la tarea: rompió el saque de Dimitrov en el primer juego y aguantó la ventaja durante casi todo el parcial.

Pero en el momento decisivo, con 5-3 en el marcador, no supo aprovechar tres pelotas de set y en el juego siguiente cedió el servicio ante Dimitrov que había empezado a calibrar mejor su derecha y su revés a una mano.

Después de salvar tres puntos de set en contra, Djokovic se impuso finalmente en el tie-break después de 77 minutos de juego, que terminó tumbado en el suelo, agotado, y solicitando atención médica.

"El punto de inflexión para los dos fue el primer juego. Hacer un quiebre temprano era importante para mí. No sabía cómo me iba a sentir físicamente, estaba yendo arriba y abajo", explicó.