El portugués Miguel Oliveira ganó este domingo el Gran Premio de Portugal de MotoGP, que dominó de principio a fin, mientras que Ducati se hizo con el título mundial de constructores, gracias a la segunda plaza del australiano Jack Miller.

El español Joan Mir (Suzuki), que había ganado el título de pilotos en la precedente prueba en Valencia (España), se vio obligado a abandonar. 

El subcampeonato mundial de la categoría se lo llevó el italiano Franco Morbidelli (Yamaha-SRT), tras su tercer puesto en Portugal, en esta última prueba de una temporada truncada por la pandemia del coronavirus.

El francés Fabio Quartararo (Yamaha-SRT) solo pudo ser decimocuarto en Portugal y terminó finalmente en la octava posición del Mundial, cuando estaba todavía en condiciones de ganar el campeonato a dos pruebas para el final.

Las Suzuki, que buscaban el triplete en el campeonato con los títulos de piloto, constructor y equipo, fracasaron en su intento, ya que el compañero de Mir, su compatriota Alex Rins, solo terminó en decimoquinta posición en Portugal.

Es la segunda victoria de la temporada para Miguel Oliveira, de 25 años, tras la conseguida en el Gran Premio de Estiria. 

El portugués corre para la escudería francesa Tech3, satélite de KTM, la marca austríaca que llegó a MotoGP en 2017 y ganó este año las tres primeras carreras de su historia en esta categoría.

"Dedico esta victoria a todos los espectadores que no pudieron estar aquí hoy", declaró el vencedor, que terminó en novena posición en el Mundial. 

El Gran Premio de Portugal tuvo lugar a puerta cerrada debido a la pandemia del coronavirus.

El piloto portugués debe unirse el año próximo a la escudería de fábrica KTM en su tercera temporada en MotoGP.

Se trata del segundo título de constructores para Ducati en esta categoría, tras el logrado en 2007.