El circuito Internacional de Shanghái fue el epicentro de la quinta ronda del campeonato mundial de Fórmula 1. Este gran premio regresó al país asiático tras 5 años de ausencia, todo esto debido a la política de cero covid impuesta por el gobierno chino.
El neerlandés Max Verstappen se impuso en la carrera, obteniendo su cuarta victoria de la temporada y su triunfo número 58 en la máxima categoría.
El piloto de Red Bull obtuvo la pole position 100 de la escudería y lideró todo el fin de semana, exceptuando la pole del sprint que obtuvo el británico Lando Norris, que fue la sorpresa tras ocupar la segunda posición del podio, escogido como el piloto de la carrera, entró solo una vez a pits y aguantó la posición ante los dos RB20 de la escudería austriaca.
Una carrera bastante movida, aunque tuvo un desenlace medianamente predecible, a Verstappen no le tocó nada fácil con adelantamientos al inicio de la carrera, cambio de posiciones, donde el mexicano Sergio Pérez que terminó tercero y el español Fernando Alonso, que hizo la vuelta rápida y finalizó séptimo, le dieron dinamismo a la competición en las primeras vueltas.
Varios accidentes y fallas mecánicas durante la competencia suscitaron 3 abandonos, el del finlandés Valtteri Bottas por avería en el motor, el del australiano Daniel Ricciardo por daños en la colisión que provocó el canadiense Lance Stroll y el japonés Yuki Tsunoda por el golpe que le dio al danés Kevin Magnussen en su llanta trasera derecha, cuando intentaba adelantarlo.
Estos safety car ayudaron a Norris, ya que tuvo el liderato por varias vueltas, mientras Verstappen calentaba sus neumáticos. Aunque el vigente campeón lo superó y terminó ganador de la carrera, gracias a la estrategia de equipo y estos carros de seguridad, le permitieron superar a Sergio Pérez, quien fue tercero, en un duelo cazado durante la carrera.
El siete veces campeón del mundo, el británico Lewis Hamilton, terminó noveno en una remontada de 9 posiciones tras salir en la 18va ubicación en la grilla de partida.
Finalmente, Max Verstappen fue el ganador de la carrera y comienza a dar vestigios de lo que puede ser el desarrollo del resto de la temporada, con una superioridad del piloto de Países Bajos, al resto de sus colegas, encaminando su cuarto título mundial consecutivo.
Sin embargo, ‘Checo’ Pérez no ve tan claro su segundo puesto en el campeonato, ya que tras esta carrera, ve vislumbrado a un Lando Norris con un monoplaza McLaren que promete y pueda dar batalla.
Además, aunque los Ferrari no tuvieron su mejor gran premio ya que les afectó el cambio a los neumáticos duros, mostrando una evidente pérdida de ritmo de carrera, quizá en la próxima cita en Miami, sean una dura competencia para el mexicano, por lo demostrado en las carreras anteriores.
Las estrategias de las escuderías deberán ser más contundentes en las siguientes fechas del campeonato, debido a que, por lo visto hasta el momento, el primer puesto está parcialmente definido con un Verstappen imparable, la lucha de los equipos y sus pilotos, será voraz del segundo puesto hacia abajo a mi parecer.
Tras un inicio tipo montaña rusa de Ferrari, McLaren e incluso Mercedes, deben estabilizar su rendimiento, potenciar sus estrategias y evitar errores que les cuesten abandonos o sanciones, que puedan repercutir en perdidas de puntos individuales o de equipo.
Por lo evidenciado, las emociones de esta temporada no estarán por el título del campeonato, sino por los que están debajo del primer puesto. Esto sin cerrarle la puerta a alguna sorpresa o algún hecho que no esté previsto en los papeles.
Las emociones seguirán en la gran carpa del automovilismo en el Autódromo Internacional de Miami, que albergará su tercer Gran Premio de su historia y la sexta ronda del campeonato mundial entre el 3 al 5 de mayo.