El deporte arrancó este miércoles en los Juegos Olímpicos de Tokio con el inicio de los torneos de sóftbol y fútbol femenino, mientras que la lucha contra el covid-19 marcó la apertura de la 138ª sesión del COI, antes de la elección de Brisbane como sede de los Juegos de 2032.
La primera sorpresa deportiva de Tokio-2020 no tardó en llegar, con la derrota de la campeona mundial del fútbol femenino, Estados Unidos, por 3-0 ante Suecia tras 44 partidos invictas. En otro partido de esa disciplina, el que Gran Bretaña ganó 2-0 a Chile, las jugadoras de ambas formaciones llevaron una rodilla a tierra antes del partido, en el primer gesto político y antirracista del evento.
Los Juegos Olímpicos más atípicos de la historia habían arrancado unas horas antes, con un gran silencio por tener que disputarse a puerta cerrada. Únicamente con los ánimos de sus compañeras, la japonesa Yukiko Ueno abrió a las 9h00 locales (00h00 GMT) la competición deportiva de los Juegos y lanzó la primera bola del sóftbol, contra Australia en Fukushima.
Tras el aplazamiento de un año por la pandemia, el deporte pudo por fin abrirse paso, a dos días de la tradicional ceremonia de la apertura oficial, que tendrá lugar el viernes.
El arranque del deporte se dio con el duelo entre las selecciones femeninas de sóftbol de Japón y Australia (victoria local 8-1). Fue en Fukushima, una ciudad y una zona golpeada por el accidente nuclear de marzo de 2011, tras un sismo y un tsunami.
La elección de esa ciudad para el arranque olímpico fue pensada como un símbolo fuerte de los "Juegos de la reconstrucción". Esa fue la fórmula empleada en 2013, en el momento de la atribución de estos Juegos a la capital japonesa, mucho antes de que el covid-19 hiciera aparición en escena.
En el mismo momento del inicio del primer partido del sóftbol y de los Juegos, a 300 kilómetros, en el sur de Tokio, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, compareció en la tribuna ante la sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), recordando que para la historia esta edición será la de los "Juegos de la pandemia" más que los de la reconstrucción.
- Invitado inesperado -
"No estamos en una carrera de unos contra otros. Estamos en una carrera contra el virus", afirmó el dirigente de la OMS.
"Para el éxito de estos Juegos Olímpicos hace falta velocidad, fuerza y habilidad, pero también determinación, dedicación y disciplina", subrayó, pidiendo al mundo que muestre las mismas cualidades para "triunfar" contra la pandemia.
Mientras el covid-19 ha provocado más de cuatro millones de muertos hasta ahora, "estamos en el primer momento de una nueva ola de infecciones y muertes", y "100.000 personas suplementarias perderán la vida de aquí a que se apague la llama olímpica el 8 de agosto", insistió.
En Japón, el balance de los test efectuados desde el 1 de julio a personas que trabajan en los Juegos Olímpicos (periodistas, cuerpos técnicos, directivos, periodistas) arroja 79 casos positivos en 20.000 personas.
Entre esos casos, la taekwondista chilena Fernanda Aguirre y la skateboarder neerlandesa Candy Jacobs dieron positivo a su llegada a Tokio, se conoció este miércoles, y se perderán la competición.
"Estoy destrozada, tengo mucha pena, angustia", escribió Aguirre en sus redes sociales.
Mientras los miembros del COI escuchaban al director general de la OMS, las japonesas salían victoriosas de su partido en Fukushima, donde la nota curiosa que la presencia de un 'invitado inesperado': un oso fue visto en el lugar en la noche del martes al miércoles, y de nuevo el miércoles por la mañana, lo que puso en alerta a los responsables olímpicos.
En el fútbol femenino, la derrota de Estados Unidos por 3-0 ante Suecia fue sin duda la gran noticia. Megan Rapinoe y sus compañeras, vigentes dobles campeonas mundiales, están ahora forzadas a reaccionar en sus siguientes partidos del grupo, ante Nueva Zelanda y Australia.
Mucho más alegre fue el miércoles para Brisbane, que recibió la confirmación oficial del COI de que será sede de los Juegos de 2032. Australia acogerá así el evento por tercera vez, tras Melbourne-1956 y Sídney-2000.