.jpg.webp?w=600 "Tadej Pogacar - Foto: AFP")
Desde 2021 la CIA ha estado desclasificando documentos sobre OVNIS y alienígenas, seres extraterrestres que han visitado y según los entendidos aún visitan nuestro planeta, provenientes de otros mundos a años luz de distancia. Pues bien, este sábado en Il Lombardía todos los amantes del ciclismo avistamos uno de esos extraterrestres y sinceramente esperamos que la central de inteligencia de los Estados Unidos haya documentado el hecho para la posteridad.
El alienígena avistado no provenía precisamente de Plutón sino de Eslovenia, un idílico país montañoso del este de Europa que en los últimos años ha saltado a la palestra del circuito ciclístico mundial gracias a un joven de rubios mechones que cuando emergen de su casco le dan aún más aerodinámica a su nave, una bicicleta Colnago con la que desde 2019 domina a placer a todos sus rivales.
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Pogachar como se popularizó su apellido por estos lares que visitó el año pasado como invitado de honor del Giro de Rigo, o mejor Tadej Pogačar es el llamado a llenar el trono vacante desde finales de los años 70 por un belga también medio loco y de apellido difícil de pronunciar que ganó cinco Tours de Francia y una interminable lista de coronas hasta ser reconocido por unanimidad como el mejor de todos los tiempos, ese inolvidable apellido empieza con M y termina con X y mejor no lo digo para no quemar al siempre amable “Poggi”.
Lo del sábado fue un verdadero acto de magia pues ante la paridad del grupo de favoritos en la trepada al Passo di Ganda, Pogačar sacó el conejo del sombrero en la bajada en una de esas movidas que solo los extraterrestres del deporte mundial han sido capaces de hacer, léase Maradona, Messi, Jordan, Rossi, Nadal y compañía para mencionar solo a los que he visto en mis 42 años de vida.
El tercer Lombardía en línea de Pogacar habla de su infinita clase, de su valentía y de una inmensa voracidad por todas las carreras que componen el calendario mundial del ciclismo, no solo esa triste moda Armstrong de dedicarse exclusivamente al Tour o a las tres grandes como su gran rival Jonas Vingegaard. Un caníbal del nuevo milenio que quiere ganarlo todo y no se amínala ante rivales o pálidas épicas, un dios de esos también humanos que ha tenido que sortear rivales en ocasiones más fuertes y lesiones como la de la Lieja - Bastoña - Lieja que malogró su temporada y quizá su apuesta por regresar al trono del Tour.
Es un privilegio ver a Poggi, se los aseguró, así como los papás y los abuelos nos contaron la leyenda de Eddy Merckx (cancelo mufa) seguramente le podremos contar en unos años a nuestros hijos y nietos que vimos a Pogacar volando como OVNI por las montañas, planos y pavés de las más legendarias pruebas ciclistas del mundo.
Ya aterrizando en Colombia, el fin de semana que pasó se disputó la Vuelta a Antioquia Juvenil con escaso interés por parte de los nuevos gurús del ciclismo colombiano. Los que a diario piden la cabeza de dirigentes y agreden a corredores y técnicos amparados en las redes sociales tan dadas al extremismo y al linchamiento mediático. Esos mismos profetas y expertos no aprovecharon sus millones de fieles seguidores para dar cuenta del nuevo talento que se forja en nuestro país, ese mismo llamado a tomar el testigo de la generación dorada de Nairo, Rigo, Egan y Chaves.
La victoria del campeón nacional de la categoría Juvenil, Cristian Damián Vélez, es prueba fehaciente del silencioso trabajo que se hace en nuestro país, ese que según los y las profetas del desastre no existe obligando a los nuestros a formarse y a entrenar solos. La verdad es que equipos como el Sistecredito bajo la batuta de Gabriel Jaime Vélez y el Avinal- Carmen de Viboral hacen una juiciosa labor de formación y promoción, al igual que el Fundación Esteban Chaves – Scotiabank GBS que no necesita presentación pues de allí ya se “graduaron” ciclistas como Santiago Buitrago, Einer Rubio y Daniel Méndez.
El podio de la ronda paisita quedó precisamente copado por estos equipos, pero insisto en que el joven ciclista que con uniforme y bicicleta barata terminó por debajo del puesto 50 o simplemente tuvo su primer contacto con una competencia, puede ser el próximo Cochise Rodríguez o Rigoberto Urán, el talento ciclístico en Colombiia es como el café y las esmeraldas, puro y único.
Y en un mundo donde se exige en buena hora paridad entre los deportes femeninos y masculinos también se disputó al tiempo la Vuelta a Antioquia Femenina que terminó con la victoria por solo dos segundos de la ecuatoriana Esther Galarza sobre la colombiana Andrea Alzate. Una infartante definición que da cuenta del superlativo nivel alcanzado por el ciclismo femenino de nuestro país, otro que ni siquiera voltean a ver los nuevos genios, genias y genies del ciclismo colombiano.
El Team Medellín también brilló en el Tour de Hainan (China) hasta el punto de traerse el título con Oscar Sevilla en una muestra de que la salud de nuestro ciclismo es buena y sigue pedaleando hacia adelante. Con el final del Clásico RCN terminó la temporada élite en nuestro país pero se abrió la de las categorías juveniles que precisamente inició con la Vuelta a Antioquia Juvenil y proseguirá con la del Futuro y la del Porvenir al igual que con la disputa del Tour Femenino, mucho ciclismo en el menú para los tres meses finales del 2023 así que a disfrutar sobre todo para poner la lupa en Colombia.
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