Deslumbrante desde hace unos meses, Kylian Mbappé volvió a guiar al París SG a la victoria, el miércoles en la final de la Copa, y su club cuenta para lograr la liga el domingo con "el mejor jugador del mundo", según el técnico del Mónaco Niko Kovac.
"La diferencia es Kylian Mbappé", dijo Kovac después de perder la final (2-0), repitiendo lo que ya había dicho la víspera: "Para mí él es el mejor jugador del mundo en este momento".
"Siempre es bonito cuando hablan bien de uno", respondió Mbappé unos minutos después ante el mismo micrófono en conferencia de prensa, "pero es el trabajo de todo el equipo".
"Es el equipo el que me permitió rendir, el equipo lo dio todo, yo pude beneficiarme de ese trabajo", añadió.
Un gol y un pase decisivo, el campeón del mundo galo también dio mucho al equipo. Cierto que el primer gol, obra del argentino Mauro Icardi a pase de Mbappé, viene de un error monumental del central monegasco Axel Disasi, pero el delantero estaba atento a la presión.
Después su gol reflejó la complicidad y el entendimiento sobre el césped entre Mbappé y quien le ofreció el pase de gol, el argentino Ángel Di María. Ambos se comprenden a la perfección. Mbappé adivinó que 'El Fideo' gambetearía a un defensor más y esperó el momento preciso para desmarcarse.
"El segundo gol es fantástico", valoró Kovac. "Es por eso que todos los grandes clubes quieren a Mbappé. Nosotros lo tuvimos aquí (hasta 2017), pero ya no", lamentó con una sonrisa de resignación.
Fue su 41º gol esta temporada con el PSG, entre todas las competiciones. Desde enero su rendimiento es excelso en casi todos los partidos, con muy pocas excepciones.
- "Mentalizados para ganar" -
No brilló en marzo con la selección francesa y en semifinales de la Liga de Campeones ante el Manchester City (2-1/2-0) no pudo marcar en la ida -la vuelta se la perdió por un problema muscular en el gemelo-.
No es de extrañar que el técnico Mauricio Pochettino repita cada semana que es necesario que el PSG conserve a su joya más valiosa. El club es de la misma idea, pero para ello el jugador deberá aceptar una prolongación de su contrato, expira en un año.
"Trato de no ponerme límites, ganar un título es magnífico", afirmó Mbappé.
Pero aún le queda esta temporada una misión capital, antes de conformar un trío letal en la Eurocopa junto a Karim Benzema y Antoine Griezmann; conquistar la Ligue 1 con el PSG.
Pero el equipo parisino no depende de sí mismo. Acudirá a Brest con un punto menos que el líder Lille, que juega en Angers.
Los bretones lucharán por evitar el puesto de repechaje, mientras que el rival del Lille no se juega nada más que ofrecer una bonita despedida a Stéphane Moulin, su entrenador durante una década.
"Nosotros estamos mentalizados para ganar", aseguró Mbappé: "Estamos preparados, todo lo hicimos bien en Copa de Francia, supimos ganar cuando había que hacerlo, gestionar cuando había que hacerlo. Eso no depende de nosotros, haremos nuestro trabajo".