Un miércoles 27 de mayo de 1981, durante la cuarta etapa del Clásico RCN con final en Alto de La Línea, “nació” para el ciclismo de Colombia y el mundo un joven ciclista de nombre Luis Alberto Herrera. El joven novato de Fusagasugá ya había figurado en rondas departamentales, pero fue en el puerto insignia del país y durante la 20ª edición de la carrera radial que Lucho empezó a construir una leyenda que resonaría años después en Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España.
Un sábado 30 de septiembre de 2023 durante la octava etapa del Clásico RCN, con final en La Estrella con previo paso por el Alto de Minas, un joven ciclista de nombre Diego Pescador se presentó ante el mundo ciclístico nacional y mundial. El joven novato de Quimbaya (Quindío) sigue la estela de un historial de éxitos construido por los escarabajos durante 40 años en las grandes carreras de Colombia y el mundo, un historial que en la última década tuvo su pináculo con una dorada generación encabezada por nombres como los de Egan Bernal, Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Esteban Chaves y Miguel Ángel López, entre muchos otros.
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Desde Efraín “El Zipa” Forero en adelante, los mejores ciclistas del país se han “presentado en sociedad” en las carreras del calendario nacional. Desde la Vuelta al Futuro y el Porvenir, pasando por la Vuelta de la Juventud, las rondas departamentales y finalmente en las dos “decanas” del ciclismo en Colombia: La Vuelta a Colombia y el Clásico RCN.
Es nuestro ciclismo donde se forjan nuestros talentos, es en nuestro calendario nacional donde empiezan a convertirse en ciclistas profesionales hombres y mujeres de toda la geografía nacional. Y es muchas veces en la Vuelta a Colombia y en el Clásico donde se consolidan corredores que después dan el salto a Europa para brillar en las más grandes carreras del mundo. Por eso menospreciar y atacar las pruebas nacionales como es ahora la moda entre tuiteros y youtubers de todo pelambre, es cuando menos mezquino y cuando más una absoluta majadería.
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La edición 2023 del Clásico terminó igual que hace 63 años ininterrumpidos. Dejándole una sonrisa en la cara al ciclismo colombiano ante el gran presente y mejor futuro, exhibidos por una nueva generación de escarabajos llamados a tomar el testigo de la que ya está en su epilogo, en un hecho que ha sucedido ya durante por lo menos cuatro décadas desde que el ciclismo nacional “asaltó” Europa, pues a la primera generación de Herrera y Parra la sucedió la de Botero, Peña y Cárdenas, que a su vez dio paso a la de los super astros de la última década.
Tras el cacareado “fracaso” de nuestro ciclismo en el último Tour de Francia, es necesario entonces ver hacia el futuro, pues nuestro ciclismo no nació ni tampoco terminará cuando Quintana, Urán y Chaves decidan ponerles final a sus brillantes carreras deportivas. El Clásico fue un verdadero duelo de titanes entre dos ciclistas ya de “pantalones largos”. Ciclistas con experiencia europea en el caso de Rodrigo Contreras, con pasos por Deceuninck – Quikstep y Astaná, que le planteó un espectacular mano a mano a Aldemar Reyes que llegó a disputar la Vuelta a España con el Manzana Postobón.
La batalla deportiva obligó a tener los ojos bien abiertos para no perderse ni un segundo. Aldemar apoyado por su “Dream Team Medellín” y su infinita clase, salvó las caídas del Picacho, que tanto afectaron a Contreras y en la jornada que llegó a Versalles dio cátedra de escalada junto a su hermano, Yeison, aunque el de Villa Pinzón respondió igualmente los sablazos y siempre emparejó a su rival pensando en la crono de El Escobero que marcaba el gran cierre del Clásico.
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El domingo brilló el sol en la ciudad de la eterna primavera para que el emblemático Parque del Poblado viera el inicio de una encarnizada batalla por el micrófono de oro que fue a parar por segunda vez consecutiva a manos de un fenomenal Aldemar Reyes. El de Ramiriquí se dio incluso el lujo de superar por un segundo en la lucha contra el reloj a Contreras, manteniendo la diferencia de 1:20 con la que llegó al día definitivo.
En la tercera plaza del podio quedó Yeison Reyes que demostró que siguiendo la rueda de su hermano puede empezar a aspirar cada vez a más y en las casillas cuatro y cinco de la general final los dos nombres más esperanzadores de nuestro ciclismo en los últimos años, Germán Gómez y Diego Pescador, dos talentos llevados con mano quirúrgica por Luis A, Cely, primero en el Colombia Tierra de Atletas y ahora en las filas del GW Shimano – Sidermec, en conjunto con otro gran padrino del ciclismo colombiano en Europa, Gianni Savio.
A pesar de las profecías del desastre, el ciclismo colombiano cerró con el Clásico RCN una buena temporada profesional de ruta. Esa misma en la que insistimos se forjan año a año los ciclistas colombianos que años después serán llamados a conquistar las más grandes cimas de Europa y el mundo, pero que encuentran sus primeras oportunidades de brillar en nuestras carreras, si no pregúntele en unos años a Diego Pescador.
