Ganar el torneo de Wimbledon con 20 años y venciendo a Novak Djokovic "es el momento más feliz de mi vida", afirmó el domingo Carlos Alcaraz, asegurando que "también es genial para la nueva generación" de tenistas jóvenes.
"Ahora mismo, tengo 20 años, y no he vivido demasiadas situaciones como ésta, así que voy a disfrutar de este momento", afirmó el joven español tras derrotar al campeón invicto desde 2018 y siete veces vencedor de Wimbledon.
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"Es el momento más feliz de mi vida", dijo en rueda de prensa después de levantar el trofeo del Grand Slam sobre hierba. "Es algo con lo que sueño desde que empecé a jugar al tenis", reconoció.
El partido fue todo un duelo generacional contra uno de los jugadores más veteranos del circuito, de 36 años. Pero "lo hice por mí, no por la generación del tenis, sinceramente", aseguró.
"Vencer a Novak en su mejor momento, en esta etapa, hacer historia, ser el tipo que le vence después de 10 años invicto en esa pista, es increíble para mí. Es algo que nunca olvidaré", reconoció.
Sin embargo, "creo que también es genial para la nueva generación, verme ganarle y hacerles creer que también ellos son capaces de hacerlo".
Pareció inicialmente abrumado por las declaraciones de su rival, quien aseguró que Alcaraz posee "lo mejor" de él mismo, de Rafa Nadal y de Roger Federer.
"Es una locura que Novak diga eso, pero me considero un jugador muy completo. Creo que tengo los golpes, la fuerza física, la fuerza mental suficiente para estas situaciones", afirmó.
"Probablemente tenga razón, pero no quiero pensar en ello, voy a pensar que soy plenamente Carlos Alcaraz, aunque probablemente tenga alguna gran habilidad de cada jugador", reconoció.
Admitió que enfrentarse y ganar en cinco sets a la leyenda del tenis, en la meca del tenis, "ha sido difícil de gestionar". "Sin duda es el partido más complicado que he ganado".
"No es fácil perder un cuarto set e ir al quinto pensando que vas a jugar un quinto set contra Djokovic, y se te vienen a la mente muchas estadísticas", sobre todos los partidos ganados por el serbio y sus diez años sin derrotas en la pista central de Wimbledon.
Al servir por el partido, "intentaba estar tranquilo, intentaba estar sereno", pero "una vez me levanté del banco, siento un hormigueo en mi barriga, en mis piernas", explicó.
También tuvo "problemas físicos en las piernas después del saque", dijo, asegurando que se tranquilizó pensando que "era normal" en esa situación de presión.
Tras lograr esta proeza, ahora "mi sensación es que estoy listo para vivir este tipo de situaciones, jugar partido épicos con grandes leyendas y en grandes escenarios".
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