Daniil Medvedev será a partir del próximo lunes el nuevo número uno del tenis mundial y no es una noticia insignificante, ya que por primera vez desde el año 2004 alguien diferente a Federer, Nadal, Djokovic y Murray ocupará ese lugar de privilegio.

Tuvieron que pasar casi dos décadas para ver un gran cambio en el trono del tenis y para los nostálgicos (como yo) nos da mucho pesar ver que la generación más espectacular en la historia del deporte blanco poco a poco le va dando paso a las nuevas estrellas que se pelean el puesto por llenar un vacío difícil de igualar.

Muchos nombres han pasado y solo algunos han arañado algo de lo que han dejado los monstruos mencionados inicialmente. Por ejemplo: Del Potro, Cilic, Thiem y el propio Medvedev han ganado al menos un título de grand slam; pero este último ha hecho algo que los demás no pudieron: mantenerse en la puja real no solo por los títulos grandes sino también por el número uno del ranking mundial. 

El ruso tiene todas las herramientas no solo para sostenerse un buen tiempo en lo más alto, sino también para marcar su propia época porque si bien es cierto que aún están vigentes Djokovic y Nadal (por no nombrar a Federer), también es verdad que los nombres que están llamados a competir como Thiem, Zverev o Tsitsipas, no han tenido la regularidad y ese “algo” que se necesita para las grandes citas, o como se dice comúnmente: “cuando las papas queman”.

Medvedev no es una persona que caiga bien en todos lados porque debido a sus actitudes ha protagonizado momentos que no han gustado en algunos estadios del mundo, pero algo innegable es su tenis impecable y potente. Ojalá tenga la mentalidad que se requiere y su físico le responda con el correr de los años para hacer más historia porque tanto expertos como ex jugadores afirman que: "lo más difícil no es llegar sino mantenerse" y ese será un reto complejo que deberá afrontar.

Por último, es de aplaudir tanto a Medvedev como a Andrey Rublev, que siendo rusos se han declarado abiertamente en contra del conflicto que está ocurriendo entre su país y Ucrania. Ojalá sean escuchados por el bien de toda la humanidad.

Feliz semana.