Fundado el 24 de octubre de 1991 en Barrancabermeja, Santander, este equipo comenzó su trayectoria en el fútbol profesional colombiano debutando en la segunda división en 1992.
Durante sus primeros años, se ganó el aprecio de sus seguidores bajo los apodos de los 'petroleros' y el equipo 'aurinegro', en referencia tanto a la industria petrolera de la región como a sus característicos colores amarillo y negro.
Sin embargo, en 2024, el club inició una nueva etapa en su historia. Cambió su nombre a Alianza Fútbol Club, adoptó una nueva identidad visual y trasladó su sede a la ciudad de Valledupar.
Este cambio marcó el fin de una era para los 'petroleros' y dio inicio a un nuevo capítulo, con el objetivo de consolidarse como un equipo renovado, listo para enfrentar nuevos desafíos en el fútbol colombiano.
2012: el año del ascenso
Alianza F.C. logró el tan anhelado ascenso a la máxima categoría del fútbol colombiano en el año 2011. Desde entonces, ha buscado siempre ser uno de los protagonistas y sorpresas de cada edición del fútbol local.
Los hinchas siguen al equipo en cada momento para demostrarle su pasión por este club que también se ha caracterizado por tener escuelas deportivas y nuevos nombres para el fútbol local.
¿Por qué Alianza FC cambió de sede de Barrancabermeja a Valledupar?
El club ha trabajado arduamente en la formación de jóvenes talentos a través de su academia de fútbol, brindando oportunidades a jugadores locales y fomentando el desarrollo del deporte en la región de Barrancabermeja.
Con el transcurrir del tiempo, el equipo ha sido un símbolo de orgullo unificador entre la comunidad, al representar a una ciudad que ha sido clave en la industria petrolera del país.
Sin embargo, iniciando el 2024, el equipo anunció su cambio de sede despidiéndose de Barrancabermeja para jugar en Valledupar.
Luego de no llegar a un acuerdo empresarial y financiero con la Alcaldía, el club decidió trasladarse de ciudad, lo que significa que ahora su casa no será el Daniel Villa Zapata, sino el Armando Maestre Pavajeau.
