Con el final de la Vuelta a España se cerró en este 2023 el calendario de las tres grandes vueltas por etapas, esas tres carreras de más de un siglo en el caso del Giro y Tour y de ya casi 90 años en el caso de La Vuelta. Esos tres eventos que año a año concentran la atención del universo ciclístico con base a sus historias legendarias, sus grandes audiencias televisivas y en estos tiempos digitales, a la inmensa irrupción del deporte del pedal en las redes sociales.

Madrid vio un extraño caso de justicia poética, justicia de esas muy extrañas en los deportes de alto rendimiento con el podio del Paseo de la Castellana, encabezado por un sonriente estadounidense de nombre Sepp Kuss. El que era en el inicio de la ronda ibérica un gregario de lujo, pasó de hormiga obrera a abeja reina del panal de un demoledor Jumbo-Visma que rubricó un histórico año con victorias en Giro y Tour, más la absoluta barrida del 1-2-3 general de La Vuelta.

Y disputada la ronda española llegó la hora de hacer el balance del año de Colombia en las tres grandes, ejercicio que siempre estará matizado por la simple opinión de quien lo haga y en mi caso por la profunda admiración y respeto que tengo por los ciclistas colombianos en todas las modalidades de este muchas veces brutal deporte. Por demás, insistiendo que las tres grandes pruebas por etapas del calendario mundial no pueden ni deben ser consideradas como la vara de medición del ciclismo colombiano.

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El Giro de Italia inició con cuatro colombianos en Fossacesia Marina: Rigoberto Urán, Santiago Buitrago, Einer Rubio y Fernando Gaviria. El final en Roma vio a Buitrago terminar en el puesto 11 a 10:43 del campeón Primoz Roglic con una victoria de etapa en las legendarias Tres Cimas del Lavaredo. Rubio, por su parte, fue 13 a 12:21 con victoria en la jornada 13 en Crans-Montana y Fernando Gaviria terminó igualmente la corsa rosa, cerca de la victoria al sprint en Napoli y en Caorle.

El Tour de Francia, a su vez, inició en Bilbao con cinco ciclistas nacionales: Egan Bernal, Daniel Felipe Martínez, Rigoberto Urán, Esteban Chaves y Harold Tejada. El final en París vio a Tejada culminar como el mejor de los nuestros a más de dos horas, seguido por Egan y “Rigo” con diferencias similares.

Sin victorias de etapa ni corredores cerca del Top 10, fue de las tres la que menos protagonismo colombiano tuvo, haciendo la salvedad de que ver a Egan Bernal pasar en menos de dos años de luchar por salvar su vida en Colombia a terminar la carrera más dura y prestigiosa del mundo, esa que supo ganar en 2019, es el augurio de grandes cosas a venir para el joven maravilla de Zipaquirá, no tengo pruebas, pero tampoco dudas.

Y la Vuelta a España, la del eterno romance con los escarabajos por las 38 victorias de etapa y las inmensas victorias de Lucho Herrera y Nairo Quintana, culminó este domingo en el Paseo de la Castellana de Madrid con Santiago Buitrago como el mejor de los nuestros cerrando el Top 10 general.

Seis colombianos iniciaron la competencia en Barcelona y los seis terminaron en Madrid atravesando tres semanas de lluvias torrenciales, calores infernales y puertos míticos como el Tourmalet y el Anglirú. Sebastián Molano además ganó la etapa 12 en Zaragoza pisando con fuerza de nuevo entre los mejores sprinters del mundo a pesar de sufrir un grave accidente de tránsito a principio de año en Bélgica.

Así quedaron los colombianos en la clasificación general de La Vuelta

Balance del ciclismo colombiano en general

Los números dirán que Colombia terminó la temporada de grandes con “solo” tres victorias de etapa y un Top 10, pobre resultado si se tiene en cuenta que venimos de una década absolutamente brillante en la que Colombia gozó de la mejor generación de ciclistas de su historia. Años de gloria en los que Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Esteban Chaves, Fernando Gaviria, Egan Bernal y Miguel Ángel López le dieron a Colombia varios de los triunfos más grandes de su historia deportiva.

Pero me remito a los que verdaderamente experimentaron en carne propia este tipo de carreras y no a los que despotrican desde la comodidad de un estudio o desde la sala de la casa. Los que se cocieron a fuego lento y se congelaron por igual en las carreteras europeas, llenando de gloria a todo un país.

Félix Cárdenas, ganador de tres etapas en La Vuelta y una en el Tour, indicó en la previa que lo que verdaderamente lo preocuparía y sería sinónimo de la tan cacareada “crisis” sería no ver ni un solo colombiano en la salida de las tres grandes y apuntó incluso a un compás de espera de cinco años mientras se hace un recambio generacional.

Sepp Kuss: campeón de La Vuelta a España 2023

“El Gato” sabe de lo que habla, pues hizo parte de una generación integrada por Iván Parra, Víctor Hugo Peña y el propio Santiago Botero que sirvió como puente entre los inolvidables ochentas de Herrera y Parra y la gloriosa segunda década del nuevo milenio. Cárdenas dio además en el blanco al apuntar a un recambio generacional que era previsible, llegaría algún día para los Quintana, Urán y Chaves.

Esas transiciones son difíciles y toman tiempo e inversión, pregunten en Italia, España y sobre todo en Francia, donde llevan 40 años buscando un ciclista que le llegue a los tobillos a Bernard Hinault. No obstante, flaco favor se hace al profetizar el apocalipsis de un deporte que en Colombia sobrevive gracias al apoyo de algunas pocas empresas privadas y una mayoría de entes gubernamentales que ante la andanada de críticas destructivas se han empezado a preguntar si sigue valiendo la pena apoyar el ciclismo nacional.

En los equipos de baloncesto, beisbol y fútbol americano de los Estados Unidos es muy común el concepto de la reconstrucción de un equipo tras años de victorias y títulos. Ese mismo estado se le puede aplicar hoy día al deporte que ha llenado de orgullo a nuestro país durante ya más de un siglo.

Ahora, en vez de tirar todo por la borda, es cuando más se debe apoyar nuestro ciclismo, pues en sus canteras es donde se ha forjado a través de las épocas el talento que nos ha llenado de gloria en estos años. Ahora es cuando más duro se debe trabajar en las bases y en los procesos, pues como dijo un famoso entrenador nacional: “En Colombia se levanta una piedra y sale un buen ciclista”, así que a levantarlas en todo el país para buscar una nueva generación dorada de escarabajos.

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