El árbitro Wilmar Roldán fue el elegido para impartir justicia en la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense.
El juez salió entre elogios y críticas de este juego en el que hubo dos expulsados y también jugadas que tuvieron que ser revisadas por el VAR para la interpretación de tarjetas rojas.
Aunque también hubo jugadas en los que los mismos jugadores hicieron reclamos a Roldán para penales y revisión del VAR.
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Una de acciones en las que hubo críticas hacia el colombiano fue el jalón que le propinó Frank Fabra a Jhon Arias, en el que el juez decidió seguir con la jugada y no pitar una falta o penal.
Pero medios brasileros y argentinos resaltaron el trabajo del antioqueño que supo manejar el partido para que los protagonistas fueran los futbolistas en el estadio Maracaná.
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Por lo pronto, el juez colombiano sumó un juego más para su trayectoria y con ello demostrar que está en un gran nivel para juegos decisivos internacionales.
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